El agua pasa bajo el puente .El caudal cambia. la intensidad se transforma. El Puente sigue siendo el mismo.
Como uno mismo...
El Puente...
Para cruzar sólo alcanza un Puente...
Para atravessar só é necessário uma Ponte...
26 de febrero de 2017
3 de mayo de 2014
¿UNA VIDA LLENA... O VACÍA?
¡TÚ DECIDES...!
¡TÚ DECIDES...!
Descubrir el
sentido de mi vida es el misterio recurrente que siempre se presenta ante mí.
Me reitero en
preguntas acerca de eso y siempre es la misma y bíblica respuesta: "Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Y si quiero lo mejor para mí, quiere decir que hacer el bien por los demás es
la brújula que me guiará en la vida hacia mi realización personal.
Pero leí lo que
mi amiga Amélia escribió acerca de eso y me apropio de sus palabras para
compartirlas… como si salieran de mi.
Gracias a ella
por decir lo que yo, en esta oportunidad, quisiera.
(Sergio)
Al nacer, recibimos de Dios el regalo de una vida nueva... pero vacía.
Por eso, cada uno, cada día, tenemos la tarea de llenarla a cada momento.
Pero lo que nos angustia es el hecho de que disponemos de un tiempo incierto en duración para llevar a cabo esa misión.
Ese es un problema que un animal no tiene, por ejemplo. Él cuenta con su Instinto... Y es el instinto que lo lleva a evitar los peligros, a buscar su bienestar. Es decir, tiene un comportamiento constante.
¡Con el Hombre no sucede eso!
Al tomar conciencia de su existir, un abismo se abre ante sus pies.
Tiene un problema que le inquieta el alma : "Tiene una vida vacía… y debe llenarla."
Si el Hombre dispusiera de años ilimitados para vivir, esto no representaría un problema ya que ante cada equivocación, podría volver atrás y rectificar su camino.
Pero descubre que su vida es corta, limitada.
Los segundos que pasan se convierten en minutos. Los minutos llenan sus horas. Estas se transforman en días. Y ve pasar sus años convertidos en vida que se desgasta. Y la muerte le sigue con pasos cada vez más fuertes y cercanos a medida que pasa el tiempo.
¡Y siente que, de ella, ya no puede escapar…!
Por eso, no tiene otra opción que elegir un proyecto para su vida. Algo que sea única y exclusivamente propio.
La decisión se impone... el desafío se pone delante de él: o llena su vida y le da un sentido… o la desperdicia dejándola vacía.
Quizás hoy sea el día de decidir. Porque el segundo que pasó fue la vida que ya no vuelve y el que viene es la muerte que se acerca un poco más... y es tan sigilosa que nos puede sorprender.
En nuestro final nos será preguntado: - ¿Qué has hecho con tu vida?
Se nos será ordenado: - ¡Muéstrame esas manos...!
La pregunta es: ¿Estarán llenas... o vacías?
¡Abundan tanto, ante Dios, las manos vacías... de vidas que no encontraron el sentido de su existencia…!
¡Son tan fáciles de encontrar "vidas puras", pero estúpidamente vacías…!
Entendamos que no es suficiente "no hacer" el mal!
Porque así, el Hombre tendrá una vida pura. Pero si no hace el bien, el hecho de no haberlo intentado hacer ya es, en si mismo, un mal.
Vivir una vida inmaculada debe ser bueno, pero vivirla vacía... es estúpido.
Hay muchas almas buenas y puras en el mundo, pero demasiadas vidas sin contenido.
La vida es como un recipiente vacío que debemos llenar de buenas obras, de amor al prójimo y del respeto por nuestro semejante.
¡Terrible habrá de ser presentarse ante Dios con las manos vacías!
A pesar de no haber anidado jamás una actitud de indiferencia hacia el sufrimiento de los demás, hoy siento, y cada vez más fuerte, la necesidad de aliviar el peso de ciertas vidas que para algunos se han convertido en una cruz.
El sufrimiento de los demás provoca, en mí, una angustia difícil de soportar. Pero esa angustia es derribada cada vez que una sonrisa o un abrazo son la recompensa por haber dado la palabra indicada para el consuelo o la acción justa para la situación.
Ya me he propuesto reconsiderar mis prioridades.
Hoy, la familia y los amigos siempre están en primer lugar.
Descubrí lo que quiero y lo que no quiero.
Y lo que más "no quiero" es, al final, encontrarme con el Creador y escuchar que de Su boca me diga:
" - viviste la vida que te entregué cuando naciste - inmaculadamente pura - pero viniste ante mí y me la devolviste estúpidamente vacía..."
Eso sí que yo no quiero.
Uma vida
cheia... ou vazia?
Tu
decides...!
Descobrir o sentido da
minha vida é o mistério recorrente que sempre se apresenta diante de mim.
Me reitero em preguntas
acerca disso e sempre é a mesma e bíblica resposta: "Ama o teu próximo
como a ti mesmo". E se quero o melhor para mim, quer dizer que fazer o bem
aos outros é a bússola que me guiará na vida para a minha realização pessoal.
Mas li o que a minha amiga
Amélia escreveu acerca disso e me aproprio das suas palavras para
partilhá-las... como se tivessem saído de mim.
Agradeço-lhe por dizer o
que eu, nesta oportunidade, queria.
(Sergio)
Ao nascer, recebemos de Deus
o presente de uma vida nova... mas vazia.
Por isso, cada um, dia a dia, tem a tarefa de enchê-la a cada momento.
Mas o que nos angustia é o
facto de dispormos de um tempo de duração incerta para levar a cabo essa
missão.
Esse é um problema que um animal
não tem, por exemplo. Ele conta com o seu Instinto... E é o instinto que o leva
a evitar os perigos, a procurar o seu bem-estar, isto é, tem um comportamento
constante.
Com o Homem isto não
acontece!
Ao tomar consciência da sua
existência, um abismo se abre diante dos seus pés.
Tem um problema que lhe
inquieta a alma: "Tem uma vida vazia... e deve enchê-la."
Se o Homem dispusesse de anos
ilimitados para viver, isto não representaria um problema já que ante cada
equivoco, poderia voltar atrás e rectificar o seu caminho.
Mas descobre que a sua vida
é curta, limitada.
Os segundos que passam convertem-se
em minutos. Os minutos enchem as horas. Estas transformam-se em dias. E vê passar
os seus anos convertidos em vida que se desgasta. E a morte segue-o com passos
cada vez mais firmes e próximos à medida que passa o tempo.
E sente que, de ela, já não
pode escapar…!
Por isso, não tem outra opção
que não seja eleger um projecto para a sua vida. Algo que seja único e
exclusivamente próprio.
A decisão impõe-se... o desafio
coloca-se diante dele: ou enche a sua vida e lhe dá um sentido… ou a desperdiça
deixando-a vazia.
Quiçá hoje seja o dia de
decidir. Porque o segundo que passou foi a vida que já não volta e o que vem é a
morte que se aproxima um pouco mais... e é tão sigilosa que nos pode surpreender.
No nosso final ser-nos-á perguntado:
- Que fizeste com a tua vida?
Ser-nos-á ordenado: - Mostra-me
essas mãos...!
A pergunta que se impõe é:
Estarão cheias... ou vazias?
Abundam tanto, diante de Deus,
as mãos vazias... de vidas que não encontraram o sentido da sua existência…!
São tão fáceis de encontrar "vidas puras", mas estupidamente vazias…!
Entendamos que não é suficiente
"não fazer" o mal!
Porque assim, o Homem terá
uma vida pura. Mas se não faz o bem, o facto de não ter tentado fazê-lo já é, em
si mesmo, um mal.
Viver uma vida imaculada deve
ser bom, mas vivê-la vazia... é estúpido.
Há muitas almas boas e puras
no mundo, mas demasiadas vidas sem conteúdo.
A vida é como um recipiente
vazio que devemos encher de boas obras, de amor ao próximo e de respeito pelo nosso
semelhante.
Deve ser terrível apresentar-se
diante de Deus com as mãos vazias!
Apesar de não ter alojado
jamais em mim uma atitude de indiferença perante o sofrimento alheio, hoje
sinto, e cada vez mais forte, a necessidade de aliviar o peso de certas vidas que para alguns se converteram numa
cruz.
O sofrimento dos demais
provoca, em mim, uma angustia difícil de suportar. Mas essa angustia é derrubada
cada vez que um sorriso ou um abraço são a recompensa por ter proferido a palavra
indicada para o consolo ou praticado a acção certa para a situação.
Já me propus reconsiderar as
minhas prioridades.
Hoje, a família e os amigos
sempre estão em primeiro lugar.
Descobri o que quero e o
que não quero.
E o que definitivamente
"não quero" é, no final, encontrar-me com o Criador e escutar da Sua
boca:
" - viveste a vida que te entreguei quando nasceste - imaculadamente
pura - mas vieste diante de mim e devolveste-ma estupidamente vazia..."
Isso, de verdade, eu não quero.
MAR
03.05.2014
18 de abril de 2014
LA PRIMER GOTA
Todo empezó con una gota.
Así
de simple. Así de importante.
Fue
como la primer gota de la copiosa lluvia que viene a destronar a la despótica
sequía que mantiene al suelo asolado y resquebrajado por el calor.
Tuvo
la importancia del incipiente y débil hilo de agua que, bajando por la montaña
, habrá de convertirse, luego, en torrente que llenará el lecho del río seco.
Fue
tan necesaria como esa lágrima que, hecha gota, es génesis del llanto liberado
que trae alivio y paz al alma.
Y
tan fundamental como la primera que caerá sobre el vaso que, lleno, saciará la
sed del cansado.
Fue
la primer gota del amor hecho realidad.
Teñida
de rojo carmesí, fue precursora de caudal indetenible.
Esa
gota marcó el camino para que las sucesivas vinieran a completar la obra del
perdón derramado por todos los que, a partir de ese momento, lo anhelaran, lo
necesitaran... o lo imploraran.
Fue
ella la primera gota voluntaria producto de una inquebrantable decisión.
Así
fue la primer gota de toda la Sangre que brotó del cuerpo de Jesús.
Y
esa gota, unida a otras, se convirtió en una corriente de amor que nació, aún
nace y seguirá naciendo - por siempre - en el corazón de Dios. Y llega, cada
día, hasta mí.
Y
si lo deseas muy dentro tuyo y quieres convertirte en destino, su fuerza
también alcanzará para llegar hasta ti.
A PRIMEIRA GOTA
Tudo começou com uma gota.
Assim simples. Assim importante.
Foi como a
primeira gota da chuva copiosa que vem destronar a despótica sequia que mantém
o solo assolado e requebrado pelo calor.
Teve a importância
do incipiente e débil fio de água que, descendo pela montanha, se converterá,
depois, em torrente que encherá o leito do rio seco.
Foi tão
necessária como essa lágrima que, feita gota, é génesis do choro liberado que
traz alívio e paz à alma.
E tão
fundamental como a primeira que cairá sobre o copo que, cheio, saciará a sede
do cansado.
Foi a primeira
gota do amor feito realidade.
Tingida de
vermelho carmesim, foi percursora de caudal imparável.
Essa gota marcou
o caminho para que as sucessivas viessem a completar a obra do perdão derramado
por todos os que, a partir desse momento, o desejarão, o necessitarão... ou
implorarão.
Foi ela a
primeira gota voluntária, produto de uma inquebrantável decisão.
Assim foi a
primeira gota de todo o Sangue que brotou do corpo de Jesus.
E essa gota,
unida a outras, converteu-se numa corrente de amor que nasceu, ainda nasce e
continuará nascendo, sempre, no coração de Deus. E chega, todos os dias, até mim.
E se o desejas
muito no teu íntimo e queres converter-te em destino, a sua força também conseguirá
chegar até ti.
Sergio
18.04.2014
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