Sería un día de otoño…

El rey viento... un día, quiso visitar a quienes habitaban su Reino. 

Se colocó sus mejores alas y voló hacia la región que más le gustaba visitar... la que se llamaba JARDIN…!

¡Pero, cuando llegó hasta allí,.. se sorprendió!

¡Jamás imaginó tal devastación...!

Sobrevoló, incrédulo, ese desierto marrón que una vez supo ser colorido y fértil.

¡Y sus ojos no daban crédito de ver tamaña desolación!

Y cuando comprobó que, efectivamente no se había equivocado de lugar, decidió bajar... con una mezcla de curiosidad y estupor. 

¡Nada era ya como la última vez que lo visitó! 

Descubrió que las Flores que tanto había admirado y en tantas ocasiones, eran hoy tan sólo unos tallos resecos y quebrados. 

Buscó al Árbol debajo de cual había pasado en momentos de agobio y cansancio para encontrar a su sombra un refrescante alivio para luego seguir su camino.... y solo vio un tronco desnudo, con ramas que, desnudas también, se alzaban hacia el cielo, como rezando una inútil oración...!

Luego se acordó de su amigo el Arroyo que, como el corte de una afilada espada, atravesaba, de lado a lado, este enorme Jardín. 

Grande fue su sorpresa al descubrir que ya no era el arroyo de impetuosas aguas que tantas veces había aplacado su sed...!

Hoy era tan solo un tímido hilo de agua que corría despaciosamente como pidiendo permiso a cada piedra para transitar por el lecho de ese cauce que alguna vez contuvo su abundancia...!

Triste, desolado y abatido el Viento se detuvo como para estar, por última vez, al lado de sus agonizantes amigos...!

Así estaba cuando, de pronto, un aletear lo sacó de su silencio doliente...!

Era una Golondrina, cuya actividad principal, ya sabía él, es la de Mensajera...!

Ésta detiene su andar y pregunta al Viento la causa de su tristeza.

El Viento responde:

- Es que hoy he perdido a algunos amigos que aquí vivían. 

- Y... ¿cuáles son tus amigos que has perdido...? - pregunta.

- Míralos tú misma...! - responde el Viento. Y señala… 

- El Árbol ya no me dará su sombra, las Flores ya no llenaran mis ojos de colores y aromas y aquel Arroyo ya no saciará mi sed...!

- Quisiera verlo con mis propios ojos - dice la Golondrina - espera que ya regreso ...!

Y, rauda, se aleja sobrevolando el inmenso jardín mustio y luego emprende vuelo hacia arriba buscando el lugar donde nace el arroyo...!

Luego de un tiempo vuelve y enfrentando al viento le dice: 

- Se necesita un milagro... ¡pero no todo está perdido...!

Lo único que la Golondrina le pidió al Viento fue que, dejando pasar un mes, recién entonces volviera.

- …Mientras yo pediré ayuda a dos amigos míos que de Milagros saben mucho...! – dijo.

El Viento se fue por espacio de un mes y en su casa, observaba, impaciente, el paso de cada día...!

Y, pasados treinta días, ni uno más ni uno menos, emprendió su viaje hacia el Jardín...!

La Golondrina, que conocía de impaciencias, le salió a su encuentro... y antes de llegar pidió al viento que cerrara sus ojos...!

Y al llegar dijo:

- ¡Puedes abrirlos...!

Y en medio del silencio solo se escuchó un... ¡OOOHHH...! ...que salía de la garganta del Viento. 

¡Es que su amigo Árbol estaba cubierto de hojas en el esplendor de su verdor...!

Sus amigas las Flores estrenaban bellos colores como jamás él había visto... y... ¡qué perfume tenían...!

Y su amigo Arroyo pasaba imponente ahora pues rebozaba de exuberante caudal...!

- Es un Milagro...! - dijo.

- Si... lo es... - contestó la Golondrina. 

Recuerdas que hace un mes yo quise mirar lo mismo que tú y volví para decirte que no todo estaba perdido...?

- Si…! - dijo el Viento. 

- Déjame decirte que este Milagro, como muchos otros, comenzó con una mirada especial...!

- Como es eso...?  - preguntó el viento.

Entonces la Golondrina contestó así:

- ¿Sabes...? ...cuando tú viste un Árbol desprotegido y desnudo... yo vi un Árbol con su corteza resquebrajada anunciando crecimiento...!

Cuando tu viste tallos secos y quebrados... yo vi semillas desperdigadas por el suelo listas para ser germinadas...!

- Y cuando viste un Arroyo casi seco... yo subí a la cima de la montaña y vi que la nieve que lo alimenta solo esperaba ser derretida para llenar su lecho...!

- Por eso dije "no todo está perdido..."!

- Y sabes que hice? Convoqué a mi amiga Lluvia y a mi amigo Sol...!

Ellos son los que, unidos, pueden de un desierto crear un oasis. 

Ellos saben del Milagro de dar Vida...!

Y así... juntos, lograron que un Árbol desnudo se pusiera sus mejores galas para ser la mejor sombra que jamás fue...!

También hicieron posible que unas semillas caídas por el suelo, germinaran y produjeron Flores de las de más hermosos colores... ¡tan hermosos que hasta podrían competir con el más imponente de los Arco Iris...!

Y con su ayuda, el Arroyo, antes un hilo de agonía, ahora, de tan caudaloso y rápido, se sentía ya casi un río...!

Así, el Viento aprendió que, la próxima vez, miraría mas allá de la desolación presente..... Para esperar el milagro que puede traer consigo el futuro...!

Aprendió que, no importa cuán desnudo se esté.... Y cuán reseco y quebrado parezca... o cuán seco sea una vida.... a todo le llega su primavera...!

Y que una primavera es, nada más y nada menos, una nueva oportunidad para nacer, otra vez, a la vida...!

Seria um dia de Outono…

O rei vento... um dia quis visitar os habitantes do seu reino.

Colocou as suas melhores asas e voou até à região que mais gostava de visitar… a que se chamava JARDIM...!

Mas, quando lá chegou, ficou surpreendido!

Jamais imaginou tal devastação...!

Sobrevoou, incrédulo, esse deserto castanho que uma vez soube ser colorido e fértil.

Os seus olhos não davam crédito a tanta desolação!

E quando comprovou que, efectivamente não se tinha equivocado de lugar, decidiu baixar... com uma mistura de curiosidade e assombro. 

Nada era já como a última vez que o visitou! 

Descobriu que as flores que tanto tinha admirado e em tantas ocasiões, eram hoje tão só ramos ressequidos e quebrados. 

Procurou a árvore debaixo da qual tinha passado em momentos de calor e cansaço para encontrar à sua sombra um refrescante alivio para poder prosseguir o seu caminho... e apenas viu um tronco nu, com ramos que, nus também, se dirigiam ao céu, como que rezando uma inútil oração...!

De repente lembrou-se do seu amigo o riacho que, como o corte de uma afiada espada, atravessava, de lado a lado, este enorme jardim. 

Grande foi a sua surpresa ao descobrir que já não era o riacho de impetuosas águas que tantas vezes tinha saciado a sua sede...!

Hoje era apenas um tímido fio de água que corria vagarosamente como que pedindo licença a cada pedra para transitar pelo leito que em tempos conteve a sua abundância...!

Triste, desolado e abatido o Vento deteve-se como que para estar, pela última vez, ao lado dos seus agonizantes amigos...!

Assim estava quando, de repente, uma agitação o arrancou do seu doloroso silêncio...!

Era uma Andorinha, cuja actividade principal, ele sabia, é a de Mensageira...!

Esta detém o seu andar e pergunta ao vento a causa da sua tristeza.

O vento responde:

- É que hoje perdi alguns amigos que viviam aqui. 

- E... quais são os amigos que perdeste...?

- Vê tu mesma - responde o vento. E diz… 

- A árvore já não me dará a sua sombra, as flores já não encherão os meus olhos de cores e aromas e aquele riacho já não saciará a minha sede...!

- Quero ver com os meus próprios olhos – diz a Andorinha - espera que já volto...!

E, apressada, afasta-se sobrevoando o imenso jardim agonizante e repentinamente afasta-se para cima procurando o lugar onde nasce o riacho...!

Depois de algum tempo volta e enfrentando o vento diz-lhe: 

- É preciso um milagre..., mas nem tudo está perdido...!

A única coisa que a andorinha pediu ao vento foi que voltasse passado um mês.

- Entretanto eu pedirei ajuda a dois amigos meus que de Milagres entendem muito...! – disse.

O vento foi por um mês e em sua casa, impaciente, contava diariamente a passagem dos dias...!

E, passados trinta dias, nem um a mais nem um a menos, empreendeu viagem até ao Jardim...!

A Andorinha, que conhecia de impaciências foi ao seu encontro... e antes de chegarem ao jardim pediu ao vento que fechasse os olhos... 

E ao chegar disse: 

- Podes abri-los...!

E no mais profundo silencio apenas se escutou um...OOOHHH...!!!! que saía da garganta do Vento. 

É que a sua amiga árvore estava coberta de folhas verdes em todo o seu esplendor...!

As suas amigas flores estreavam belas cores como jamais ele tinha visto... e... que perfume tinham...!

E o seu amigo riacho passava imponente agora pois transbordava de exuberante caudal...!

- É um milagre...!!! - disse.

- Sim... é... – respondeu a Andorinha. 

Recordas-te que há um mês eu quis ver o mesmo que tu e voltei para dizer-te que nem tudo estava perdido..?

- Sim…!!! - disse o vento. 

- Deixa-me dizer-te que este milagre, como muitos outros, começou com um olhar especial...!

- Como é isso...?  – perguntou o vento.

Então a andorinha respondeu assim:

- Sabes...? ...quando tu viste uma árvore desprotegida e nua... eu vi uma árvore com a sua casca requebrada anunciando crescimento...!

Quando tu viste ramos secos e partidos... eu vi sementes espalhadas pelo chão prontas a ser germinadas...!

- E quando viste um riacho quase seco... eu subi a ao cimo da montanha e vi que a neve que o alimenta só esperava ser derretida para encher o seu leito...!

- Por isso disse "nem tudo está perdido..."!

- E sabes o que fiz? Convoquei a minha amiga Chuva e o meu amigo Sol...!

Eles são os que, unidos, podem de um deserto criar um oásis. 

Eles entendem do Milagre de dar Vida...!

E assim... juntos, conseguiram que uma árvore nua vestisse as suas melhores roupas para ser a melhor sombra de sempre...!

Também tornaram possível que umas sementes caídas pelo chão germinassem e produzissem flores com o mais belo colorido…, tão belo que poderá competir até com o mais imponente dos Arco-íris...!

E com a sua ajuda, o riacho, antes um fio de agonia, agora, de tão caudaloso e rápido, sentia-se já quase um rio...!

Assim, o vento aprendeu que, da próxima vez, olhará mais além da desolação presente..... Para esperar o milagre que pode trazer consigo o futuro...!

Aprendeu que, não importa quão nu se esteja.... E quão ressequido e quebrado pareça... ou quão seca seja uma vida.... a tudo chega a primavera...!

E que uma primavera é, nada mais e nada menos, uma nova oportunidade para nascer, outra vez, para a vida...!

Sergio

21.02.2010