Hoy he mirado mis manos que trabajan y he visto... cicatrices.
Y he pensado que ellas son, a veces, tal como un diario personal al que puedo recurrir para recordar los instantes en los que ellas se han producido. De otra forma no los podría evocar.
Sí... las cicatrices sirven para recordar.
Ellas han sido el dolor, la herida, el desangrar.
Casi... como la vida...
Y he pensado, mirando las heridas que una vez fueron y hoy ya no son, que a estas las puedo ver, pero hay cicatrices a las que no.
Si pudiera yo mirar mi alma... podría vislumbrar, allí, esas marcas sobre su piel en el lugar donde alguna vez estuvo lastimado.
¡Y podría distinguir una de otra...!
Por la longitud de mi cicatriz podría descubrir cuánto tardó en curar y... cuán profunda fue mi herida...
Algunas de mis heridas se curaron en minutos, horas, días... otras tardaron más.
Y es posible que aún esté fabricando piel sobre las heridas que más me cuesta cerrar.
Sí... hubo heridas y las seguirá habiendo.
Pero lo que más me consuela es que cada herida no tiene otro destino que convertirse, al fin, en una cicatriz.
Y será ahí donde comprenderé que cada herida lleva consigo el propósito de convertirse en la señal que, pasado el tiempo, pueda mirar y entender que me ha enseñado... más allá del dolor...
La cicatriz es la forma que la vida tiene de poner hitos importantes en mi vida.
Y las cicatrices son, también, las huellas de los pasos de la vida en mí.
La cicatriz es la preparación previa para el gran dolor que quizás aun no pasé.
La cicatriz es mirar la herida desde el plano presente y elevado sin dejar de olvidar lo que ya es pasado. Y no debo cometer el error de tratar de reabrir viejas heridas que ya están destinadas a quedarse cerradas...
Hoy he mirado mis cicatrices... y podría mostrártelas con orgullo porque son joyas en el tesoro de mi vida.
Si me mostraras las tuyas vería que no son como las mías..., pero en ese encuentro de cicatrices podríamos intercambiar nuestros “por qué” y fundamentalmente nuestros “para qué”, porque cada de ellas tenia un supremo propósito en Ti y en Mí...
Hoy miré mis cicatrices y no renegué de ellas..., porque renegar sería negar las que seguramente vendrán...
Y recuerda:
“A CADA HERIDA PRESENTE LE TOCARÁ SU FUTURA CICATRIZ...”
Cicatrizes...
Hoje tenho olhado as minhas mãos que trabalham e vejo... cicatrizes.
E pensei que elas são, às vezes, tal como um diário pessoal a que posso recorrer para recordar os instantes em que elas se produziram. De outra forma não os poderia evocar.
Sim... as cicatrizes servem para recordar.
Elas têm sido a dor, a ferida, o sangrar.
Quase... como a vida...
E tenho pensado, olhando as feridas que uma vez foram e hoje já não são, que a estas posso vê-las, mas há cicatrizes que não.
Se eu pudesse olhar a minha alma... poderia vislumbrar, aí, essas marcas sobre a sua pele no lugar onde alguma vez esteve dolorido.
E poderia distinguir uma de outra...!
Pela longitude da minha cicatriz poderia descobrir quanto tardou em curar e... quão profunda foi a minha ferida...
Algumas das minhas feridas curaram-se em minutos, horas, dias... outras tardaram mais.
E é possível que ainda esteja fabricando pele sobre as feridas que mais me custa fechar.
Sim... houve feridas e continuarão a existir.
Mas o que mais me consola é que cada ferida não tem outro destino que converter-se, por fim, numa cicatriz.
E será aí que compreenderei que cada ferida leva consigo o propósito de converter-se no sinal que, passado um tempo, possa olhar e entender que me ensinou... mais além da dor...
A cicatriz é a forma que a vida tem de colocar traços importantes na minha vida.
E as cicatrizes são, também, as marcas dos passos da vida em mim.
A cicatriz é a preparação prévia para a grande dor que, quiçá, ainda não passei.
A cicatriz é olhar a ferida desde o plano presente e elevado sem deixar de esquecer o que já é passado. E não devo cometer o erro de reabrir velhas feridas que já estão destinadas a ficar fechadas...
Hoje tenho olhado as minhas cicatrizes... e poderia mostrar-tas com orgulho, porque são jóias no tesouro da minha vida.
Se me mostrasses as tuas veria que não são como as minhas..., mas nesse encontro de cicatrizes poderíamos intercambiar os nossos “porquê” e, fundamentalmente, os nossos “para quê”, porque cada uma delas tinha um supremo propósito em Ti e em Mim...
Hoje olhei as minhas cicatrizes e não as reneguei..., porque renegá-las seria negar as que, seguramente, virão...
E recorda-te:
“A CADA FERIDA PRESENTE TOCAR-LHE-Á A SUA FUTURA CICATRIZ...”
Sergio
03.03.2011
Que bello poema o escrito... haz plasmado de las cicatrices, hoy he empezado a enamorarme de cada una de tus cicatrices..
ResponderEliminarbello manjar de letras mi nino...
hasta siempre y un beso
Buenas noches Sergio.:
ResponderEliminarLo mejor es que las heridas cicartricen, quiere decir que se han curado.
Besos, Montserrat
Sergio,
ResponderEliminarhay poesía en tus palabras... me encanta tu texto.
Es verdad, las cicatrices son, también, las huellas de los pasos de la vida en mí.
Qué lindo!
Gracias por compartir tus cicatrices.
Las imágenes también me gustan.
Un beso.
Hola Sergio,
ResponderEliminarme encanta tu texto.
Tienes razón, las cicatrices sirven para recordar... Yo, a veces, cometo el error de reabrir viejas heridas que ya están destinadas a quedarse cerradas... voy a intentar seguir tu consejo...
Un beso y gracias por compartir la belleza de tus palabras...
Hola Sergio,
ResponderEliminarnos encantó leerte.
Las cicatrices nos hacen recordar el pasado.
Es verdad, no debemos renegar las cicatrices, porque renegarlas sería negar las que seguramente vendrán...
Gracias amigo por compartir tus palabras.
Abrazos y besos.
Sérgio, Parabéns!
ResponderEliminarTodos os dias venho visitar este espaço de encantamento que aquece a alma. Seus textos são maravilhosos.Copiei alguns na íntegra no meu blog.Moro em Manaus, no Brasil.
Abraços
"Cada herida no tiene otro destino que convertirse, al fin, en una cicatriz."
ResponderEliminarTodos tus escritos tienen una puntada grande!!! pero que gran frase!!! eres fantastico y siempre lo clavas.
mil besos amigo!!!
Precioso y sugerente texto, amigo. Las cicatrices son señales de lo vivido. Quien no las tuviera, sería como si no hubiese estado vivo.
ResponderEliminarBesos. María
Sérgio,
ResponderEliminarÉ ímpar a tua maneira de ver e sentir a vida.
Cicatrizes que nos ensinam a olhar em frente.
Negá-las é negar a nossa existência.
bj
Yo tampoco reniego de mis cicatrices!
ResponderEliminarHa sido muy bonito poder leer el texto que has escrito.
Besos!!
Cicatrizes, cada um tem as suas...
ResponderEliminarNão dá para trocar as nossas pelas de outras pessoas.
Porque cada uma encerra uma experiência única, vivida por quem a possui.
Abraços!
Sérgio...como é bom te ler,Parabéns por esse poema tão lindo!
ResponderEliminarBeijoss
Cicatrices y resquemores. Las primeras a veces dejan de doler. Las vemos, las recordamos, pero no molestan. Son los resquemores los peligrosos. Como las decepciones. Pero para qué filosofar tanto, si son las cuatro y seis minutos de la madrugá y lo único que se puede ver en la tele es el Clan TV.
ResponderEliminarBiquiños de paseo.
Querido Sérgio
ResponderEliminarCicatrizes...Tatuagens que a vida vai deixando no corpo ou na alma...Registros da nossa história pessoal, marcas que deixamos no percurso do caminho.
Lindas palavras.
Carinho,
Fátima Guerra.
Cicatrizes, marcas que calam e gritam.
ResponderEliminarUm bom dia
Lindo e muito reflexivo texto,Sergio...Sempre haverão cicatrizes em nossas vidas...abração,lindo fds,chica
ResponderEliminarSi, las cicatrices son la formación de la persona!
ResponderEliminarUn gran abrazo
Sergio, tanto tiempo sin pasar por aquí...hoy me encuentro con un mundo maravilloso de cambios y de letras que reconfortan el alma.Cicatrices, cuantas tenemos en nuestras vidas, pero menos mal que dejaron de ser heridas.Gracias por tu preocupación, mi ausencia fue necesaria para recuperarme en salud. Te mando un abrazo enorme.
ResponderEliminarHay unas cicatrices dificiles de cicatrizar es cuando llegan herir el alma, le cuesta remontar el vuelo, pero hay que saber ir con ellas quizas con el tiempo poco a poco sanara.
ResponderEliminarPrimavera
En general nos da verguenza mostrar nuestras cicatrices, cuando deberíamos verlas así, como heridas cerradas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buen finde!
Amigo excelente como sempre. No nosso percurso pela vida muitas serão as cicatrizes que nos vão marcando, mas com elas também vamos aprendendo e uma das coisas que aprendi é que em cicatrizes dolorosas não devemos voltar a tocar.
ResponderEliminarTenha um maravilhoso Domingo, pleno de alegria, paz e harmonia.
Beijinhos
Maria
Muito bom falar de cicatrizes, neste período
ResponderEliminarcarnavalesco.Teu texto é muito mais que palavras, é um desenrolar de verdades.É uma lição, para aquele que não consegue deixar de olhar suas cicatrizes, sem que venha a sentí-las em sua plenitude,e desta forma revivendo os momentos de dor.Há aproximadamente um ano, venho tentando apagar uma cicatriz, que teimosamente se faz dor em meu coração.Pra ti, grande beijo,bom final de semana.
Me gusta. Buena reflexión.
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